my sky. [parte 1]


- ¿Mañana seguirá todo igual? - pregunto ella, la mire a los ojos y respondi
- Si, mañana será todo igual - pero sabia que aquello era una gran mentira, en sus ojos podía notar la esperanza y el deseo de que esas palabras se hicieran realidad.

Durante demasiado tiempo habíamos creido que llegaría un punto donde todo terminaría y volveríamos a la normalidad, a nuestra rutina, a nuestras vidas, pero aquello era solo una estúpida ilusión de niños. Habia pasado demasiado tiempo, las cosas cambian hasta en un abrir y cerrar de ojos, pero para ella no era asi, ella seguía creyendo, creía en el amor, en el presente, en que todo mejoraría, creía en nosotros. Hubo un tiempo en el que yo también lo creía y con mas fuerzas de la que poseía, pero llegado cierto punto aquella fuerza comenzó a debilitarse, porque sabia que llegaría el momento de la verdad, el momento de decírselo.

Jamas en mi vida me había sentido de esta manera y aunque me hubieran dicho que todo esto pasaría, tampoco lo hubiera creido.

La primera vez que la vi estaba almorzando en un restaurant cerca de donde estudiaba, entro al lugar con una gran sonrisa en su rostro mientras una de sus amigas le contaba sobre un chico al que había conocido el dia anterior, se sentaron a tres mesas de distancia y ordenaron algo para almorzar. Cada segundo que pasaba estaba mas convencido de que era la mujer de mi vida, que era la mujer mas hermosa que había visto en mi vida y que no podía desaprovechar aquella oportunidad que simplemente consistía en: acercarme y hablarle.

Espere durante casi 40 minutos para que su amiga se levantara al baño o algo por el estilo y yo pudiera acercarme a ella, pero eso no ocurrio, el tiempo corria y yo tenia que irme, y eso fue lo que hice; me fui. Al dia siguiente, exactamente a la misma hora, la misma hermosa mujer entro nuevamente al restaurant, con la misma bella sonrisa, pero en lugar de entrar con su amiga, entro con un chico. Aquel era alto de pelo oscuro y una gran sonrisa, se veian muy cariñosos, reian todo el tiempo, se abrazaban y sacaban fotos haciendo caras extrañas.

Mi primer pensamiento era bastante obvio, ella ya tenia a alguien. Desalentado por saber que ya no tendría oportunidad de hablarle a la hermosa mujer, sali de restaurant pagando comida que no había siquiera tocado.

Al igual que todos los días - y desde antes de ver a las hermosa mujer - me diriji al restaurant para almorzar, al entrar note que ella estaba sentada en el mismo lugar de siempre, pero esta vez, sola. Me sente en mi lugar, pedi mi comida y intentando no demostrar tanto interés en ella, la observe durante largo rato.

Existia algo en ella que me hacia querer abrazarla, amarla y no dejarla ir jamas. El tiempo pasaba y ella seguía sentada en la misma posición, mirando a la nada, en su mundo pensando quien sabe que cosas, pero de un instante a otro y casi sin darme cuenta ella tomo su bolso, dejo plata en la mesa y salio casi corriendo.

Aquello me había tomado casi tan desprevenido y me había asustado tanto que me encontraba parado sin darme cuenta siquiera que lo había hecho, asi que la segui con la mirada hasta que salio del lugar. Al pasar por una de las ventanas del lugar, pude verla, estaba llorando. ¿Por que estaría llorando? ¿Qué le había ocurrido para irse de tal manera?

Mire alrededor del lugar, algunas personas me observaban sin comprenderme, pague el almuerzo y al pasar junto a la mesa que ella siempre tomaba note que había un libro. Un clásico. Hamlet. Probablemente había llegado el final y concluido que la tragedia apestaba pero William era simplemente un genio que mas de 500 años después nos sigue haciendo sufrir.

Se podía notar claramente que aquella era una antigua copia y que seguramente lo había comprado como libro usado o también quizás alguien se lo había regalado, lo tome, guarde en mi mochila y sali del lugar. Al llegar a mi departamento comencé a verlo con mas detalle, no tenia nombre o sello de dueño, pero tenia una pequeña dedicatoria, "Para mi pequeña Amelie" quizás ese era su nombre, quizás aquel era la primera oportunidad real que tenia para hablar con ella al siguiente dia, pero cuando pensaba aquello no podía evitar ni por un simple segundo recordar que ella tenia ya alguien en quien pensar, ya tenia a otro chico.

Aquello era un poco, bastante, desalentador pero no significaba que debía rendirme a perder la primera y seguramente única oportunidad que tuviera para hablarle, asi que estaba decidido, mañana al mediodía entraría al restaurant, esperaría a que ella llegara, en caso de estar acompañada esperaría a que se estuviera por ir, pero si fuera sola me acercaría a ella y le devolvería su vieja copia de Hamlet y asi podríamos intercambiar palabras. Estaba decidido.

A la mañana siguiente, como todos los días, llegue al restaurant, me sente en mi lugar de siempre, pedi lo mismo que pedia todas los días, espere durante un largo rato hasta que finalmente llego. Vestia un vestido a rayas, encima una campera de verano de jean, unas converse y su mochila en la espalda, pero eso no era lo único que llevaba; venia acompañada también por aquel chico de hace dos días atrás.

Ellos se sentaron, pidieron algo para comer y después de un rato de charla él tomo su mochila, la abrazo, beso en la mejilla y se fue. Ella parecía algo triste por la partida de aquel chico, pero a los pocos minutos tomo su teléfono y llamo a alguien. Al terminar de comer dejo la plata sobre la mesa y se acerco a la parte de la cocina - aquel era mi gran momento-,

Me acerque a ella mientras hablaba con una mecerá, le estaba preguntado si por casualidad había visto un libro el dia anterior, que lo había olvidado por completo y que estaba 100% segura que allí lo había dejado, asi que le toque el hombro y dije

- Perdona - ella se dio vuelta y se quedo mirándome.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

nunca dejes de sonreir y soñar.